Empleado judicial. La opinión de los que forman parte de la justicia.
En medio del debate ante la posible reforma del sistema judicial impulsada por el gobierno de Mauricio Macri, entrevistamos a un empleado de la justicia para que nos cuente la visión de “El otro lado de la mesa”.
La entrevista abarca desde el funcionamiento del juzgado, cuestiones políticas, hasta cómo es el día a día con sus compañeros judiciales, ya sean empleados o funcionarios.
Aclaramos que intentamos (y creemos que logramos) mantener nuestra visión pragmática y práctica en todo momento de la entrevista para asegurar a nuestros lectores un artículo que sea útil para mejorar su trato con los que están del otro lado de la mesa. Como así también buscamos darle una voz al empleado judicial que, no solo es una persona que busca expedientes o realiza despachos, sino que también es alguien que está cumpliendo su trabajo con todo lo que esto conlleva.
Antes de pasar a la entrevista queremos aclarar que no revelaremos el nombre del empleado judicial por cuestiones relativas a cuidar su puesto de trabajo y su relación con los letrados que trabajamos con él diariamente de éste lado de la mesa.
Pasamos entonces a transcribir la entrevista.
-Algunos estudiantes de derecho o procuradores están dando sus primeros pasos y quizás no saben cómo funciona un juzgado, por lo que ¿podrías contarnos brevemente cómo está formado un juzgado civil, qué miembros tiene, qué funciones cumplen?
Sí, por supuesto nadie nació sabiendo. Te comento, en primer lugar, es importante diferenciar a los “empleados judiciales” de los “funcionarios judiciales”.
Los primeros son nombrados por los jueces mediante oficio y son los que se encuentran en la llamada “carrera judicial” la cual consiste en una suerte de estructura piramidal cuyos escalones son llamados cargos. Se trata de un camino ascendente que requiere que la persona cumpla con determinados requisitos para poder ser promovidos al siguiente nivel de la pirámide. Quien cumple con los requisitos del último nivel de este escalafón ya pude aspirar a ser funcionario.
-Por favor, ampliá un poco sobre esta pirámide de empleados.
En primer lugar, tendría que mencionar al “auxiliar”, más conocido como ordenanza. Se trata de personas que no están muy relacionadas con el derecho. Cumplen más bien tareas de cadeteria, cafetería o cuestiones relativas al orden y limpieza del juzgado. Como todos, tienen la posibilidad de ingresar en la carrera judicial pero no se considera que estén en ella, a menos que apliquen para esos puestos.
– ¿El que según los dichos del presidente gana 100.000 pesos por servir café?
Es muy difícil que un ordenanza gane eso. Los que más ganan tienen buenos sueldos por antigüedad, pero jamás escuché de una ordenanza que gane tanto o siquiera se le acerque. Creo que eso tiene que ver con una exageración política.
-Bueno, sigamos entonces con los demás empleados del escalafón.
Quien viene inmediatamente después del auxiliar y de quien ya podríamos decir que está en la carrera judicial es el escribiente auxiliar. El escalafón propiamente dicho comienza acá. Se trata de los chicos de mesa de entrada, quienes principalmente atienden al público y realizan tareas relativas a la mesa.
Luego tenemos al escribiente y acá la cosa cambia dependiendo de cada juzgado. Es decir, en el orden por grado de cargo suele respetarse el tipo de tarea asignada, pero cada juzgado divide dichas funciones como mejor le parece. Es a partir del escribiente dónde comienzan los llamados “despachantes” o, dicho de otro modo, quienes “presentan proyectos” de lo que será el pronunciamiento judicial. Los escribientes también atienden mesa, pero como tarea secundaria. Dentro de estas tareas secundarias también entra sacar expedientes de paralizado, realizar búsquedas, tomar audiencias, etc. Aunque las tareas, que nadie quiere hacer, suelen ser delegadas a los chicos de mesa de entrada. Ya sean los escribientes o los escribientes auxiliares, ambos deben quedarse después de hora para realizar estas tareas pues van más allá de su tarea principal.
En los escalones siguientes encontramos, en este orden, al Oficial, Oficial Mayor y al Jefe de Despacho. Todos ellos despachan. Mientras más alto el cargo más grande el número de despachos a realizar y más complicada la resolución a resolver.
Por fuera de la pirámide, pero al nivel del jefe de despacho, está el Secretario Privado, quien asiste al juez ya sea en la proyección de sentencias como hasta en cuestiones de certificación de prueba, confección de actas de las audiencias art. 360, entre otras tareas las cuales dependen del criterio de cada juzgado. Este cargo, al estar fuera del escalafón, permite que desde cualquier nivel se pueda llegar a ser secretario privado. Esto ha llevado a que muchos lleguen a ocupar este puesto utilizando este “atajo” o “puente” y ganen lo mismo que quien hizo toda la carrera judicial. El problema siempre radicará en si son merecedores de ello o no.
-Entendido, pero también mencionaste a los funcionarios, ¿podés ampliar un poco sobre quiénes son y las tareas que tienen?
Primero está el prosecretario. Sus tareas varían en cada juzgado. Técnicamente debería revisar firma, es decir revisar los proyectos de despacho realizados por los empleados. Esto consiste en firmarlos o pasarlos a firmar por el funcionario correspondiente o, en su caso, devolverlo a quien hizo el proyecto con las correcciones a enmendar.
A veces existen cuestiones complejas al momento de despachar pues comprenden una revisión más integral del expediente. Por ejemplo, la certificación de prueba o la regulación de honorarios. Este tipo de tareas en algunos juzgados son designadas al prosecretario y en otros son distribuidas entre los empleados.
El siguiente funcionario es el secretario. Éste se encarga de las resoluciones que deben ser debidamente fundadas, es decir, despachos que implican una decisión del juzgado que hace a la causa. Se trata de pronunciamientos complejos que consisten en analizar los argumentos vertidos por las partes. Ello conlleva la interpretación y su posterior validación o desacreditación. El objetivo es el análisis profundo de los dichos de las partes. Un ejemplo sería la resolución que admite o deniega las excepciones previas.
Y por último el Juez quien, como sabés, hace las sentencias, toma las audiencias art. 360 y puede revisar firma también.
Para ampliar sobre las tareas de los funcionarios se puede consultar el CPCCN por supuesto, pero esto sería un rápido resumen para contestar a tu pregunta.
-Entendido. Ahora, Según su función, ¿quién dirías que tiene la carga “más pesada” en el juzgado, ya sea cuantitativa o cualitativamente hablando?
Por reglamento quienes tienen la carga más pesada son los funcionarios. Si los despachos no salen en el plazo legal el responsable es el funcionario y es él quien absorbe ese excedente de trabajo, tiene esta obligación.
Algunos juzgados llegan a tener despachos muy vencidos. Esto suele pasar en juzgados donde hay un juez subrogante, es decir, que no está siempre, por lo que no existe una “presión” constante.
En cuanto a calidad o cantidad depende de cada juzgado y su organización. Yo estuve en juzgados donde se dividían las tareas por tipo de expediente y, por ejemplo, las ejecuciones siempre eran más simples que otro tipo de causas. Esta práctica era común antaño, hoy por hoy hacemos todo todos.
– ¿Podés describirnos el procedimiento, no el proceso judicial en sí, sino más bien la logística desde que un escrito entra al juzgado?
Ya sea comenzando con la carátula que trae el abogado luego del sorteo en cámara o si se trata de un escrito con una causa ya iniciada el procedimiento es el siguiente.
El abogado concurre a mesa y deja el escrito, se le pone el cargo y se entrega una copia sellada. En mesa de entradas los escritos se apilan con el expediente en orden cronológico y luego se carga en el sistema el ingreso del despacho y se reparte en los casilleros correspondientes a cada despachante, según el criterio de cada juzgado.
Luego el despachante organiza su trabajo teniendo en cuenta los plazos procesales para hacer el proyecto en el sistema.
Cuando el despachante realiza el despacho, una “carga correcta” implica muchos pasos en el LEX100, como ser por ejemplo revisar las copias digitales, poner un título o sumario que figurará en la consulta online, etc.
Una vez generado el proyecto pasa a otra pila que el funcionario irá revisando y observando o pasando a la firma.
El funcionario lo firma o lo pasa a firmar y se lleva el expediente a la mesa donde se incorpora al sistema el despacho.
A partir de este momento el despacho es público para las partes y no puede ser modificado.
La última etapa es encasillarlo correctamente o, en algunos casos, pasarlo para que se realice la diligencia que corresponda según en el despacho. Como por ejemplo que se de vista al fiscal.
– Respecto de los casos que ingresan ¿Cuáles son los casos más engorrosos?
Mmm… yo diría que los amparos o pedidos de medida cautelar serían los más complicados dado que tienen que ser despachados con la mayor celeridad posible. Estas causas a su vez suelen ser de mayor complejidad. Es el factor de “urgencia” y los temas delicados que tratan lo que torna engorroso trabajar con estos expedientes. Hay que balancear la calidad del trabajo con la rapidez con la que tiene que salir el pronunciamiento.
Que se haga mal un despacho en estas causas implicará un gasto de recursos y, en consecuencia, significa más trabajo sobre el mismo tema, lo cual podría haber sido evitado. Por ejemplo, que la parte planteé una reposición a la providencia.
Otro caso de expediente engorroso es aquél en el que haya menores, pues el interés superior de proteger al niño hace que la resolución exceda a la controversia que se genera entre las partes. Como ser un desalojo en el que estén involucrados menores de edad. Esto genera la obligación de que se deba correr vista al defensor de menores.
– Respecto al trabajo en sí ¿Cómo es el día a día?
Se trata de un trabajo bastante normal. Algunas veces se vuelve rutinario. Obviamente hay días mejores que otros. Están los días en que hay alguna complicación con algún expediente o profesional y están aquellos que todo sale a tiempo y bien. Hay compañeros con los que te llevas bien laboral y personalmente, como así también hay otros con quienes no se trabaja bien o no se genera un vínculo personal.
Yo trabajé antes en estudios jurídicos y puedo decir que la dinámica es bastante similar. Se lleva un control de todo lo que pasa y hay métodos que hay que respetar para mantener el orden de las tareas. En síntesis, es como cualquier otro trabajo solo que está presente el hecho de que cumplimos una función pública y tenemos un débito con la sociedad.
– ¿Qué es lo que más te gusta y lo que más te disgusta de tu trabajo?
En general me gusta el concepto de brindar un servicio público y la posibilidad que tengo de aportar para mejorar el sistema de la justicia. Y esto me lleva a comentar que lo que más me disgusta es la falta de ética profesional tanto de parte de funcionarios, empleados e incluso de abogados que hace que el sistema esté en el estado en el que se encuentra.
El profesional no es solamente quien cobra por sus servicios, sino que es aquél que se perfecciona constantemente para brindarlos con la mejor calidad posible. Esto se refiere tanto a los empleados judiciales como a todos los sujetos procesales. Me disgusta ver que hay quienes no se toman este trabajo o su profesión con la seriedad ética que amerita.
– Hablando de los profesionales y su ética profesional ¿Cómo es el trato con los abogados en Mesa de Entradas o que ingresan para hablar con el despachante? ¿Qué aconsejarías a los profesionales (ya sean abogados o peritos) que se acercan al juzgado en cuanto al trato en mesa de entradas o a los reclamos que pueden llegar a tener sobre una causa?
Se espera que los abogados sean profesionales con los pedidos o manifestaciones que realizan al juzgado. Se trata de la forma en la que el profesional enfrenta la responsabilidad que tiene como tal.
Como mi trabajo está objetivamente al día y bien entonces el trato por lo general es bueno, pero se torna tedioso cuando uno advierte que el letrado busca verbalmente abreviar el procedimiento o esquivar los requisitos procesales y legales. Aconsejaría al profesional que busque ceñirse a los códigos y reglamentos.
– ¿En tu opinión, la justicia es “lenta”? Si es así ¿qué factores influyen en esto? Notamos que muchos juzgados funcionan mejor que otros en cuanto a los “tiempos de la justicia”, ¿a qué crees que se debe esto? ¿hace falta la contratación de más personal en el PJ?
Si, considero que es lenta. En primer lugar, lo es pues es “antigua”, seguimos con un procedimiento escrito que en sí mismo no está pensado para ser expeditivo.
Por otro lado, tiene retrasos en lo que respecta a plazos procesales producto de la especulación desde ambos lados, tanto de parte de judiciales como de abogados u otros sujetos procesales (como peritos). Esto se relaciona con el principio dispositivo por el cual las partes hacen uso de las herramientas procesales a su mejor criterio y esto puede derivar en dilaciones.
Hay juzgados que funcionan peor que otros y los motivos de esos problemas suelen ser muy variados, por lo que habría que analizar cada caso en particular. Muchas veces lo que pasa es que hay expedientes que fueron mal llevados desde un principio y por ello, se generan muchas actuaciones lo que deriva en que se resuelva de forma mucho más lenta.
En cuanto a la cantidad de personal, no necesariamente tienen que contratar más empleados sino que tiene que ser revisado el sistema en sí mismo para mejorar la calidad del servicio y acelerar los plazos.
– ¿Crees que extender el horario de tribunales aceleraría la tramitación de los juicios?
Aunque no lo creas es más común encontrar empleados y funcionarios que se quedan luego de que termina la jornada de seis horas que hallar aquellos que la incumplen, si bien también los hay. De hecho, la extensión de la jornada laboral y el impacto que esto tendría en el salario resultaría más un reconocimiento a una situación que ya se da más que una carga extra para los empleados.
-En tu opinión ¿se cumple el «Reglamento para la justicia Nacional»?
Entiendo que sí, pero es cierto que cada juzgado resuelve los temas del día a día a criterio de los funcionarios. La ley no siempre es interpretada de la misma forma y esto también sucede con el reglamento.
– ¿Crees que la implementación del sistema LEX100 ayudó la administración de justicia o solo complicó las cosas?
Yo creo que el sistema ayudó bastante, pero se desaprovechó una oportunidad de modernización ya que puedo decir que el sistema padece de muchas deficiencias y no resulta útil en muchos casos. Aun así, es mejor que nada.
– ¿Reciben capacitación? si es así ¿sobre qué temas trata?
Sí, hay cursos obligatorios para ascender que tratan sobre las cuestiones que vemos diariamente. Van desde niveles bastante simples donde se ven los temas que atañen a tu trabajo. Es una suerte de “prueba” para ver si estás capacitando para ascender. Versan sobre lo que harías si efectivamente ascendés y entonces te ves obligado a aprender más de lo que significa tu tarea.
-Bueno te agradezco por tu tiempo para esta entrevista.
No, por favor. Les agradezco yo a Uds. por el espacio.
Abogado (UBA) en ejercicio independiente – Especialista en Derecho del Trabajo y Derecho Civil.
Autor y redactor de artículos jurídicos para múltiples medios (IProfesional, abogados.com, abogaciapractica.com).